Hace unos pocos días vi una encuesta en Google+ que me hizo gracia. Trataba sobre los gritos que oímos de vez en cuando en el gimnasio, y preguntaba a los usuarios si eres de los que gritas, o no. Comparto la encuesta para que podáis ver los resultados.
Sinceramente, la pregunta me pareció muy acertada, ya que hace pocos días en el gimnasio, mientras entrenaba, podía oír unos gritos descomunales de un compañero entrenando. ¡¿QUÉ TE ESTÁN HACIENDO?!
Si bien es cierto que algunas personas necesitan gritar a la hora de levantar cargas elevadas, yo soy de los que prefiere cerrar la boca bien fuerte y concentrarme. Ojo, no critico a los que gritan, pero creo que en ocasiones no hacen ningún tipo de esfuerzo en contenerse por el simple hecho de que les gusta que les miren... Y NO DIGO QUE SEA EL MOTIVO POR EL QUE LO HACE TANTA GENTE, pero si sé de buena tinta que algunos lo hacen con ese motivo. Insisto, ALGUNOS.
Algunos amigos si que he visto que emiten algún gruñido, alguna vocecilla, pero se nota que les sale de manera inconsciente, pero hay otros que lo buscan y lo hacen aposta. Y no me vendas la moto de que sino lo haces no eres capaz de tirar. Eres capaz de tirar gritando un poco menos, seguro.
Bueno, pues esa es la reflexión de hoy.